En medio de la pandemia de Covid-19, el home office le ha permitido a muchas empresas continuar con sus operaciones, además de poner a prueba la productividad y motivación de los empleados en una nueva modalidad laboral. Sin embargo, el teletrabajo permanente puede ayudar a conseguir una mayor conciliación entre la vida laboral y personal, por mencionar una de las ventajas.

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Una encuesta elaborada por el IPADE en México revela que el 58% de las organizaciones que implementó el teletrabajo durante la pandemia logró hacer una migración de operaciones exitosa y con una rápida adaptación.

No obstante, después de meses de confinamiento, 15% de las empresas encuestadas sólo ha logrado migrar algunas funciones al home office, otro 6% aseguró requerir de esfuerzos adicionales para mantener este modelo y 21% sigue transitando el proceso de incorporación.

Para poder avanzar en la implementación del teletrabajo de forma permanente y formal, las empresas necesitan contar con una política realista que ayude a mantener la productividad y a evitar problemas en el proceso.

La firma Michael Page considera que hay siete pasos que deben seguir las empresas para implementar el teletrabajo con éxito:

1/ Definir quiénes van a trabajar desde casa

Todos los empleados son diferentes, cada uno tiene habilidades y personalidades distintas. Esto es algo que debe considerar la empresa para saber qué colaborador será productivo trabajando desde casa. Hay personas que carecen de una rutina estricta, por lo que lo más seguro es que el teletrabajo no sea para ellas.

2/ Necesidades del trabajador

La empresa debería proporcionar a los colaboradores tecnología extra para su casa. Por ejemplo, una computadora, mobiliario adecuado y una buena conexión a Internet.

3/ Salud y seguridad

Al igual que en un centro de trabajo, los patrones tienen responsabilidades con los empleados que hacen teletrabajo. Por ello, es probable que las empresas deban incluir en su política, directrices para la seguridad y la salud de los colaboradores en su casa.

4/ Seguridad de la empresa

La información y documentación de la organización estará afuera de las oficinas cuando las personas trabajen desde casa. No es sólo en el empleado en quién se debe pensar, ¿qué sucede con las otras personas que entran en su casa? ¿Cómo se recuperarían los documentos e información delicada si la relación de trabajo terminara?

5/ Medir el rendimiento

Muchas organizaciones utilizan un software que hace un seguimiento de la información que aportan los empleados, pero si no es adecuado para la línea de trabajo, la empresa debe encontrar la manera de que los empleados trabajen a niveles óptimos y cumplan con los objetivos.

6/ Motivación

En la política de teletrabajo las organizaciones deben aclarar si esperan que los empleados cumplan su jornada de trabajo en casa como si estuvieran en la oficina. Se debe investigar qué los motiva a realizar un día de home office, es decir, que el motivo no sea ver a sus compañeros de trabajo porque este modo, tampoco va a funcionar.

7/ Redacción de la política

Cuanto más detallada sea la política, más fácil será resolver cualquier desacuerdo sobre los derechos de un empleado.

La política también debe indicar las horas de trabajo que se esperan de cualquier persona que trabaje desde casa, por lo que es muy importante poder controlar el rendimiento. Si se requieren actualizaciones periódicas, hay que indicar si el empleado deberá ir a la oficina y con qué frecuencia.

Caminando hacia una nueva cultura laboral

Además de la política específica para el teletrabajo, la implementación del home office demanda un cambio en la cultura organizacional, especialmente en los líderes de la empresa.

Es necesario sincronizar horarios para favorecer la productividad y calidad de vida de los colaboradores, así como desincentivar la cultura “presencialista”, aun virtual, que prevalece en muchas organizaciones.

Para transformar el teletrabajo, será importante crear políticas y capacitación para los trabajadores sobre el uso adecuado de las nuevas tecnologías.

El actual dictamen de reforma de teletrabajo que aprobaron los senadores a finales del 2019 y que ahora se analiza en el Congreso, es un proyecto que necesita pulirse más, porque no alcanza a cubrir todos los desafíos que plantea una implementación permanente del home office.

Por ejemplo, de ser aprobada la reforma así como está planteada, se debe vigilar que la documentación electrónica generada hacia los empleados sea válida ante juzgados, y capacitar a los empleadores en aspectos tan básicos como si será necesario celebrar un nuevo contrato con el empleado en el que se estipule que el centro de trabajo es su domicilio.

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Fuente: Factor Capital Humano