01 Ago Forlac 2.0, la iniciativa de la OIT para combatir la informalidad en América Latina

En la última década, la reducción de la informalidad en Latinoamérica se ha estancado, lo que significa que desde hace 10 años, la mitad de los trabajadores carece de un empleo que les brinde prestaciones básicas y protección social, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

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Efraín Quicaña, especialista regional en Economía Rural, Desarrollo Productivo y Formalización de la OIT para América Latina y el Caribe, explicó que existe una alta correlación entre la pobreza y la informalidad. A mayor Producto Interno Bruto (PIB) de los países, menor es la tasa de ocupación informal.

Por el contrario, los países con altas tasas de ocupación informal presentan un mayor porcentaje de población en situación de pobreza.

Para abordar los distintos factores que causan tanto la informalidad como la pobreza, y promover la formalización en la región, la OIT presentó la Estrategia de Formalización para América Latina y el Caribe en el periodo 2024-2030, FORLAC 2.0.

Ana Virginia Moreira, directora regional de la Oficina de la OIT para América Latina y el Caribe, explicó que esta estrategia busca combatir la informalidad y requiere la participación de todos los sectores: gubernamentales, sociales, privados, organizaciones de la sociedad civil y la cooperación internacional.

Moreira agregó que la trampa de la informalidad sigue siendo un desafío persistente, ya que es uno de los grandes obstáculos para lograr trabajo decente y justicia social en Latinoamérica.

“Para enfrentar la informalidad se requiere la actuación urgente, renovada y decidida de los gobiernos, organizaciones de empleadores y de trabajadores”, afirmó Moreira.

En ese sentido, Fréderic Lapeyre, director del Programa de Acción Prioritaria para la Formalización de la OIT, considera que FORLAC 2.0 responde al llamado de los constituyentes del organismo en la región para desarrollar capacidades que permitan transitar hacia una economía formal.

Con esta estrategia, aseguró, se afronta uno de los mayores retos del mundo laboral, ya que a nivel global hay 2,000 millones de personas en empleos informales, lo que representa casi el 60% de la población total.

“Cuando hablamos de informalidad, debemos entender que es un medio, no un fin. Es una forma que permite a las personas mantenerse, y no se trata solo de integrarlos en la economía formal para efectos tributarios, sino de ofrecerles un trabajo decente y justicia social, renovando el contrato social y mejorando el progreso”, consideró Lapeyre.

Forlac 2.0: las claves

Esta nueva versión de FORLAC contempla cuatro áreas clave para desarrollar políticas de transición a la formalidad:

1. Desarrollo productivo. La OIT sostiene que sin un aumento sostenido de la productividad no habrá una reducción del empleo informal. Las políticas de desarrollo productivo deben apuntar a mejorar la competitividad de los sectores y cadenas de valor, comenzando por la productividad de las pequeñas unidades productivas.
2. Empleo y desarrollo de competencias. Es necesario complementar las políticas horizontales con enfoques en educación, infraestructura e innovación.
3. Protección social. Sin derechos laborales, no hay empleo formal. En América Latina existe una “tremenda heterogeneidad” en estas temáticas, por lo que no hay soluciones instantáneas ni rutas únicas hacia la formalidad.
4. Cumplimiento, sanciones e incentivos. Es fundamental fortalecer la capacidad de los gobiernos para intervenir y aplicar políticas de protección social, junto con incentivos que promuevan el cumplimiento de los derechos laborales. Solo así se logrará una transición real hacia la economía formal.

Informalidad, un problema estructural en Latam

La OIT señaló que la informalidad supera el 70% en la mayoría de los países de América Latina. Bolivia tiene la mayor tasa, con el 80% de su población trabajadora en la informalidad, mientras que Chile y Uruguay tienen los porcentajes más bajos, aproximadamente el 24%.

El organismo internacional reveló que tres de cada cuatro trabajadores informales en la región son trabajadores por cuenta propia y en empresas de menor tamaño. Existe una brecha significativa entre la tasa de informalidad rural, que llega al 75.4%, y la urbana, que es del 44%. Las ramas de actividad con mayor empleo formal son la agropecuaria y la construcción, donde el 80% y el 70% de los trabajadores, respectivamente, están empleados.

La OIT advirtió que los trabajadores informales tienen entre tres y cuatro veces más probabilidades de ser pobres en comparación con los trabajadores formales.

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Fuente: El Economista