México líder en trabajo presencial en el último año

En México el regreso masivo a las oficinas es una realidad, con una notable resistencia al teletrabajo. Esta tendencia es global, pero en nuestro país se destaca como una de las economías con mayor resistencia a mantener el home office, según un estudio de Capterra.

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En México, el 32% de las empresas ha solicitado que sus empleados trabajen más días en la oficina en comparación con el año anterior, mientras que este promedio es del 20% a nivel mundial.

“Aunque las compañías están pidiendo a los empleados que trabajen más en formato presencial, es importante que las organizaciones consideren la carga económica adicional que esto puede suponer para los trabajadores, especialmente para aquellos que durante la pandemia se acostumbraron a no tener costos de desplazamiento”, indica la plataforma en su informe.

Esta no es la única medición que evidencia una preferencia por el trabajo presencial en México. Según el estudio de Tendencias de Talento 2024 de Page Group, el 37% de los trabajadores en el país afirma que pasa más tiempo en la oficina que hace 12 meses.

Las personas reconocen que el regreso a la oficina se debe a que las políticas internas de las compañías se han vuelto más estrictas. El 52% de los empleados atribuye el retorno a estas políticas, mientras que otro 30% opina que el tiempo laboral en los centros de trabajo ha aumentado junto con la demanda de más reuniones presenciales.

“El desafío para los empleadores es generar una motivación auténtica que incentive la presencialidad para fomentar entornos de colaboración y aprovechar sus beneficios”, indica Page Group.

El fenómeno es multifactorial. Los argumentos de las empresas van desde la seguridad cibernética hasta la intención de rescatar la colaboración y cohesión de equipos. Sin embargo, también existe un factor cultural significativo: la productividad sigue estando ligada a la presencialidad; “si no te veo, no sé si estás trabajando”. Esta percepción también genera sesgos a la hora de otorgar ascensos.

De hecho, el 76% de los directores generales de compañías en el país afirma que en los próximos tres años se retomará la forma de trabajo previa a la pandemia de Covid-19, una proporción mayor al promedio global del 64%, según el CEO Outlook 2023 de KPMG.

Cuatro de cada 10 líderes de empresas reconocen que el personal que se esfuerce por acudir a las oficinas será considerado para promociones, incrementos salariales y asignaciones favorables. Esta visión no es exclusiva del liderazgo; los trabajadores también perciben más ventajas en su crecimiento profesional con el trabajo presencial, lo que refleja una cultura laboral que aún privilegia la interacción física.

El informe Panorama del Mercado Laboral en Latinoamérica de Deel revela que los mexicanos son la segunda fuerza laboral en Latinoamérica que más conexión percibe entre el trabajo presencial y el desarrollo profesional. El 22% de las personas consideran que las oportunidades de crecimiento son la mayor ventaja de trabajar en la oficina, una proporción ligeramente superior al promedio regional del 19% y solo detrás de Colombia con el 24%.

El comportamiento alcista de la inflación, que ha colocado nuevamente al salario en el primer lugar de las prioridades para buscar y mantener un empleo, parece ser otro factor que contribuye a la pérdida de flexibilidad laboral. México es el país más dispuesto a sacrificar los esquemas flexibles por un mejor salario, según los hallazgos de Deel. El 77% de los trabajadores priorizan una mejor remuneración por encima de la flexibilidad laboral, siendo el porcentaje más alto de Latinoamérica.

Si bien a nivel global hay una tendencia a aceptar menores ingresos con tal de conservar un modelo flexible, en México esa proporción es de apenas el 38% de los encuestados, según el informe de Capterra, y se reduce al 21% si se trata de un recorte salarial del 5%.

No obstante, Capterra sugiere que más que compensar la flexibilidad laboral con menores ofertas salariales, las empresas pueden “actuar en otro aspecto que también es importante para los empleados encuestados: la flexibilidad en horarios o en formatos de trabajo”.

Aunque el retorno masivo a la oficina ha sido más forzado que voluntario, y el entorno económico ha llevado a las personas a priorizar la remuneración, la demanda por un buen balance vida-trabajo aún está presente. El reporte de Page Group revela que un 58% de las personas que han retornado al trabajo presencial están insatisfechas con el modelo, y un 55% afirma que este escenario los lleva a buscar activamente otro empleo.

“Nuestro estudio demuestra que forzar este cambio con nuevas políticas de asistencia puede aumentar la rotación de personal. Aquellos que están en la oficina más tiempo debido a cambios en la política de la empresa son más propensos a buscar activamente otro trabajo y estar descontentos con su puesto actual”, indica la firma de reclutamiento.

La insatisfacción con el retorno total a la oficina puede explicarse por factores que motivan a la fuerza laboral más allá del salario. Detrás de la remuneración, y en niveles muy cercanos, las personas también esperan crecimiento profesional y un buen balance vida-trabajo.


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Fuente: El Economista

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