
11 Mar Propuestas para la reducción de la jornada laboral a 40 horas
Luis Peña, socio de Servicios de Asesoría-Seguridad Social y Nómina de EY México, lo tiene claro: «La solución no es simplemente más manos ni más horas de trabajo, sino explorar nuevas estrategias. Una de ellas es la optimización de procesos». Con esta afirmación, el especialista destaca las opciones disponibles para las empresas ante la inminente reducción de la jornada laboral en México.
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México ya ha puesto en marcha el camino hacia una jornada más corta, aunque todavía existen interrogantes sobre su implementación.
La propuesta en discusión busca modificar la Constitución para garantizar dos días de descanso por cada cinco de trabajo, reduciendo la jornada semanal de 48 a 40 horas. Aunque el sector empresarial ha mostrado cierta apertura, también ha advertido sobre los posibles impactos, como el aumento en la contratación de personal y el pago de horas extra.
Sin embargo, Luis Peña destaca que existen alternativas viables antes de recurrir a estas medidas. Para él, la clave está en tres aspectos fundamentales: optimización de procesos, adopción de tecnología y una mejor gestión del trabajo.
«Es momento de identificar qué procesos aportan valor, cuáles pueden mejorarse y cuáles deben eliminarse. Muchas organizaciones tienen controles que nadie revisa. Además, la tecnología no se limita a la automatización robótica; muchas empresas ya cuentan con procesos tecnificados, pero en aspectos como almacenamiento, empaque y distribución, la gestión sigue siendo manual y hay mucho por mejorar», explica.
Por su parte, Melhina Magaña, cofundadora y directora general de Daucon, coincide en que la revisión de procesos es fundamental para adaptarse a una jornada laboral más corta sin afectar la operación de las empresas.
«Uno de los grandes enemigos de la productividad son las reuniones innecesarias. Hemos detectado que muchas podrían resolverse con un correo electrónico. Sin embargo, las personas siguen atrapadas en reuniones sin resultados concretos», comenta la especialista.
El verdadero reto, según Magaña, es hacer un uso eficiente del talento. Reducir la jornada laboral no necesariamente implica contratar más personal, sino optimizar el tiempo para que los empleados se enfoquen en actividades que realmente aporten valor. «Existen muchos factores que atentan contra la productividad», agrega.
Las pruebas piloto realizadas en países como Portugal, Brasil y Alemania, bajo la iniciativa 4 Day Week Global, han demostrado que la reducción del tiempo de trabajo requiere ajustes clave, entre ellos:
- Disminuir el número de reuniones.
- Implementar nuevas tecnologías y software.
- Automatizar o eliminar procesos innecesarios.
- Establecer bloques de trabajo estructurados.
- Reorganizar los turnos laborales.
- Mejorar la comunicación interna.
«Reducir la jornada laboral no se trata solo de recortar horas; es una estrategia para mejorar la productividad a través de un rediseño del trabajo y del tiempo», se concluye en el informe de la prueba piloto en Brasil, el primer experimento de este tipo en Latinoamérica.
Según Luis Peña, la tecnología también juega un papel crucial en la gestión del talento. «Debemos replantearnos cómo utilizar el recurso humano de manera inteligente. En las últimas décadas, la cadena de suministro ha evolucionado con el objetivo de minimizar tiempos muertos y optimizar el flujo de materiales. Algo similar debe aplicarse a la gestión de talento: en muchas empresas, todos los empleados inician y terminan su jornada al mismo tiempo, lo que podría optimizarse para mejorar la eficiencia operativa», señala.
Magaña también resalta la importancia de eliminar distracciones durante la jornada laboral, ya que afectan la concentración y generan retrabajos innecesarios. «Uno de los principales problemas actuales es la falta de atención. Decimos sí a muchas cosas y nos cuesta establecer límites. Esto se traduce en pérdida de tiempo y en una menor calidad de los entregables», enfatiza.
El camino hacia la reducción de la jornada laboral
Las propuestas en la Cámara de Diputados han considerado periodos de implementación de uno a dos años, con ajustes según el tamaño de la empresa. Esta gradualidad es clave para permitir a las organizaciones adaptar sus procesos al nuevo esquema de trabajo, siguiendo el ejemplo de otros países que han implementado reformas similares.
No obstante, el sector empresarial también ha solicitado otros mecanismos, como incentivos fiscales y mayor flexibilidad según la industria.
Una oportunidad para mejorar la productividad
Los especialistas coinciden en que la reducción de la jornada laboral no será un cambio inmediato ni automáticamente positivo, pero representa una oportunidad única para mejorar la eficiencia.
«Podemos aprender a trabajar mejor, en menos tiempo y con mayor efectividad. Los programas de reducción de jornada más exitosos son aquellos que eliminaron distracciones, optimizaron procesos y reorganizaron reuniones. Hay mucho tiempo desperdiciado que podemos recuperar», señalan.
Para Luis Peña, esta reforma también puede traer beneficios sociales, como un mejor balance entre la vida personal y laboral, reducción del ausentismo y menores niveles de estrés. «La productividad no se impone por decreto. El reto está en traducir este cambio en oportunidades reales para las empresas, promoviendo un entorno laboral más eficiente y saludable», concluye.
Bermúdez Abogados asesora y acompaña a empresas y particulares en materia laboral. Puede comunicarse con nosotros al WhatsApp 56 1291 5423, al teléfono 55 5574 2428 o bien al correo electrónico info@bermudezabogados.mx y podrá recibir una asesoría laboral gratuita.
Fuente: El Economista
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