19 Jul ¿Qué es el estrés financiero y cómo impacta a los empleados?
Muchos dicen que no existe salud sin salud mental. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud es un estado de bienestar en tres dimensiones: físico, mental y social.
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En los últimos años, se ha comenzado a hablar sobre el estrés financiero, que aunque está relacionado con el ámbito económico, repercute en todos los aspectos de la vida, incluido el trabajo.
El Reporte Bienestar Financiero 2023 realizado por Invested, indica que las personas pasan en promedio 10 horas y 48 minutos al día preocupadas por su situación financiera, equivalente a una jornada laboral de tiempo completo.
El estrés derivado de preocupaciones económicas no es un asunto menor, ya que las personas reportan afectaciones físicas o mentales por esta situación, según la Encuesta Nacional sobre Salud Financiera (Ensafi).
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) revelan que el dolor de cabeza es el padecimiento más frecuente por estrés financiero, tanto en mujeres (34.3%) como en hombres (24%).
Pero la lista de afectaciones es larga, incluyendo problemas en las relaciones interpersonales:
– Falta de sueño
– Gastritis/colitis
– Cambios en la presión arterial
– Problemas alimenticios
– Problemas con familiares, amigos y en el trabajo
Estrés: el doble impacto
La directora de Menthalising, Yunue Cárdenas, explica que el estrés financiero, al igual que otros tipos de estrés crónico, tiene un impacto significativo en la neurobiología del cuerpo y la mente humana. El estrés financiero activa el eje hipotálamo-hipófisis-adrenal, una de las principales vías de respuesta al estrés en el cuerpo, generando un proceso que culmina con la liberación de cortisol, la principal hormona del estrés.
El cuerpo reacciona al cortisol aumentando la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la disponibilidad de glucosa en la sangre. En la mente, se genera ansiedad, depresión, deterioro cognitivo y problemas de sueño.
El estrés financiero no solo afecta el cuerpo y la mente, sino que también perpetúa un ciclo de retroalimentación negativa:
– Decisiones financieras. El deterioro cognitivo y emocional puede llevar a malas decisiones financieras, agravando aún más el estrés financiero.
– Relaciones sociales. Puede tensar las relaciones interpersonales, reduciendo el apoyo social y aumentando la sensación de aislamiento.
– Salud general. La combinación de problemas físicos y mentales puede llevar a un deterioro general de la salud, reduciendo la capacidad de trabajar y generando más problemas financieros.
Procrastinación en el trabajo y malas decisiones
Cárdenas advierte que el estrés financiero puede tener un impacto significativo en el entorno laboral.
“Los empleados preocupados por sus finanzas tienden a experimentar mayores niveles de ansiedad y distracción, reduciendo su productividad y afectando su rendimiento. También pueden tener más ausencias y menor satisfacción laboral, lo cual afecta la moral general del equipo y la cultura organizacional”.
Un estudio de la American Psychological Association (APA) encontró que el dinero es una fuente importante de estrés para el 72% de los adultos.
Según la psicóloga Claudia Simonte, uno de los efectos más frecuentes del estrés financiero en el trabajo es la procrastinación. La ansiedad activa la amígdala, una parte del cerebro que procesa las emociones y respuestas al estrés. Cuando la amígdala está hiperactiva, la capacidad para tomar decisiones racionales y lógicas se ve comprometida, llevando a acciones impulsivas o a la parálisis por análisis.
La consultora Mercer identifica que cinco de cada 10 trabajadores se sienten agobiados por sus deudas financieras. Además, el 20% admite que por lo menos de cuatro a seis días laborales se preocupan por soluciones a sus problemas financieros.
Las empresas pueden ayudar a reducir el estrés financiero
Yunue Cárdenas explica que las empresas tienen un papel crucial en mitigar este estrés a través de programas y beneficios que apoyen la salud financiera de los empleados.
“Invertir en el bienestar financiero de los empleados no solo mejora su calidad de vida, sino que también promueve un entorno de trabajo más productivo y positivo, esencial para el éxito a largo plazo de cualquier organización”.
La encuesta «Impacto de la situación económica en el empleado y su estrés financiero» realizada por la Organización Internacional de Directivos de Capital Humano, indica que el 80% de los colaboradores percibe que su empleador hace poco o nada por ayudarlos. Para el 74%, la ayuda concreta sería el ajuste periódico de sus salarios, pero no se percibe como un beneficio, sino como una obligación. Solo el 10% de los colaboradores afirmó que sus empleadores brindan charlas educativas o asesoramiento financiero, mientras que otro porcentaje similar dice que ofrecen beneficios financieros.
Medidas para ayudar a los colaboradores
Las empresas pueden implementar varias medidas para apoyar a sus empleados:
– Educación: Ofrecer talleres y recursos sobre gestión financiera.
– Asesoramiento: Proveer acceso a asesores financieros que ofrezcan orientación personalizada.
– Beneficios: Implementar planes de ahorro para la jubilación, préstamos a bajo interés y programas de asistencia financiera.
– Flexibilidad laboral: Ofrecer opciones de trabajo flexible para equilibrar las responsabilidades laborales y personales.
– Salarios competitivos y equitativos: Asegurar que los salarios sean justos y competitivos.
¿Qué pueden hacer los trabajadores?
Claudia Simonte recomienda que los trabajadores implementen estrategias para manejar la ansiedad financiera:
– Mindfulness y meditación: Estas prácticas pueden reducir la actividad de la amígdala y aumentar la función del córtex prefrontal, responsable de la toma de decisiones y el control de impulsos.
– Descomposición de tareas: Dividir las tareas financieras en pasos más pequeños y manejables. Esto reduce la carga cognitiva y hace que cada tarea parezca menos abrumadora, disminuyendo la tendencia a procrastinar.
– Automatización financiera: Configurar pagos automáticos para las facturas y ahorros, reduciendo la necesidad de tomar decisiones repetitivas y evitando olvidos que pueden causar ansiedad adicional.
– Educación financiera: Incrementar el conocimiento financiero puede empoderar a los trabajadores y reducir la ansiedad relacionada con la incertidumbre. Comprender conceptos básicos de finanzas personales ayuda a tomar decisiones más informadas y reduce el estrés.
Simonte considera que al entender cómo la ansiedad influye en el comportamiento, se pueden implementar estrategias para disminuirla y mejorar significativamente el bienestar emocional y la capacidad para tomar decisiones acertadas.
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Fuente: El Economista
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